OSCAR NARANJO TRUJILLO

sinpunto                                                                                    Vino, vio, y no venció. Así de simple se resume el paso del General Oscar Adolfo Naranjo Trujillo, de 58 años, que ganó fama en su natal Colombia al formar parte de la “Operación Apocalipsis” que terminó con la vida del tristemente célebre narcotraficante Gonzalo Rodríguez Gacha, miembro del Cártel de Medellín. También del grupo que acabó con Pablo Escobar Gaviria, el verdadero cabecilla de dicho cártel. El General Naranjo fue contratado por el gobierno

mexicano para asesorar en el combate a la delincuencia organizada, sin que hasta ahora se haya sabido a ciencia cierta cuáles fueron sus aportaciones, que tan efectivas resultaron, o si verdaderamente como afirman algunos solamente vino a disfrutar de su fama sin hacer mucho porque las circunstancias de la criminalidad en Colombia y en México son distintas.

En México se paga generosamente a quien hace pequeñas recomendaciones para amainar la violencia y la criminalidad. Marcelo Ebrard lo hizo con quien fuera Alcalde de Nueva York, Rudolph Giulliani, a quien le pagó cuatro millones de dólares por 169 recomendaciones que cualquier policía callejero le hubiera hecho mejor. No estoy en contra de los asesores afamados como Naranjo o el señor Giulliani, solamente en contra de las decisiones de nuestros gobernantes de contratar por contratar. Entiendo que el Presidente Enrique Peña Nieto buscara la experiencia de alguien que combatió eficazmente a la delincuencia en su país, pero Colombia no es México y los narcotraficantes mexicanos solamente se parecen a los colombianos en la cantidad de droga que pasan a Estados Unidos.

Para decirlo de otra forma, la criminalidad mexicana es distinta a las demás del Continente porque entendieron que tienen que operar como una empresa, y es en función de ello que han adquirido un poder difícil de controlar y más de combatir. Eso les permitió corromper a las estructuras policiales y a muchos gobernantes tal y como lo hacen los empresarios cuando de hacer negocio se trata. Oscar Naranjo no vino a descubrir el hilo negro, pero supongo que algo debió haber hecho mal porque su salida resulta intempestiva y harto apresurada. Eso de que lo ha requerido su país francamente tampoco lo creo.

No sé si en realidad el Presidente Juan Manuel Santos le haya pedido que vuelva a colaborar con él, pero si de algo puedo estar seguro es de que se las ha arreglado muy bien sin tenerlo allá. Que apoyará en  el desmantelamiento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia tampoco es una buena excusa, porque los medios de comunicación han reseñado en los últimos días la posible mediación del Presidente  de Uruguay, José Alberto Múgica Cordano, quien también fue guerrillero. Lo único cierto es que el General Oscar Adolfo Naranjo Trujillo, de 58 años, deja de ser asesor en materia de seguridad del Presidente Enrique Peña Nieto y regresa a su patria. México no es Colombia, como tampoco es lo mismo mandar que hacer sugerencias. En Colombia mandaba, aquí solamente sugería, esa es la diferencia. De cualquier forma, con el o sin él tendremos que mantener la lucha. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.