LA BUENA, EL MALO Y EL FEO

sinpunto

 

Menudo lío el que han armado los panistas después de haber tenido la oportunidad de desterrar para siempre al Partido Revolucionario Institucional cuando lo vencieron en el año 2000.

No tan sólo no aprovecharon la oportunidad histórica de mostrar que verdaderamente tenían con qué responder a las expectativas de aquellos mexicanos que decidieron que ya era la hora de poner un freno a los excesos de los endiosados miembros del tricolor, quienes pensaban que por haber ganado la etapa conocida como La revolución Mexicana, y por haber diseñado un sistema político a la estatura de sus ambiciones, el destino era la perpetuidad en el ejercicio del poder público.

Vicente Fox ganó y cumplió su lema de campaña más apreciado: sacar a patadas de Los Pinos a los priístas. Fox llegó con un altísimo bono democrático y con una popularidad pocas veces vista en un candidato desde los tiempos de la posrevolución. El primer desencanto para los conocedores y especialistas en el fenómeno político fue su anuncio de que se auxiliaría de head hunters para elegir a los mejores perfiles en cada una de las secretarias de Estado y dependencias de la Administración Pública Federal.

Los resultados fueron desastrosos porque la poca especialización de los altos funcionarios resultó evidente y los intereses también. Fueron los días de los jugosos negocios para muchos de los integrantes del gabinete y para los empresarios representados en cada una de las dependencias del Gobierno Federal. El bono democrático de Vicente Fox comenzó a disminuir ante la descarada forma en que los hijos de la señora Sahagún se dedicaban a la realización de negocios en Pemex y en otras dependencias, como es fue el Instituto de Protección para el Ahorro Bancario.

Pese a ello Felipe Calderón Hinojosa ganó, aunque con un muy escaso margen, la elección presidencial frente a Andrés Manuel López obrador, quien hasta el último día del mandato de Vicente Fox Quesada mantuvo un cerco para evitar que el panismo siguiera al frente del Gobierno Federal. Finalmente fracasó en la intentona golpista con que mantuvo en vilo al país, y Calderón tomó protesta con el apoyo de los propios tricolores, quienes dieron muestra de su institucionalidad. Once días después Felipe Calderón inició la guerra contra la delincuencia organizada enviando a las fuerzas federales a Michoacán, donde se aprehendieron a más de 35 funcionarios públicos, entre ellos a varios Presidentes Municipales, por sus vínculos con el narcotráfico, mismos que al cabo del tiempo fueron liberados y exonerados

El PAN ganó la Presidencia de la República pero sus principales exponentes perdieron la vergüenza y algunos hasta la decencia. Ahora están metidos en una batalla por los despojos de un partido que también perdió la esencia a causa de esa indecencia, pero que sigue dejando dinero. Unos acusan a los otros de corrupción aunque saben que para hacer ese tipo de aseveraciones hay que tener la cola muy corta, otros tienen la lengua muy larga y hablan incoherencias porque incoherente ha sido su trayectoria política. La buena se autodescartó, el malo sigue empecinado en dirigir a su partido porque así se lo indica quien lo hizo y protege, y el feo sabe que con campear el temporal estará del otro lado porque una no quiere, el otro no puede, y los demás son enanos. Triste realidad blanquiazul. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.