Los escándalos persiguen a la clase política de los partidos de la oposición. Los tiempos que están viviendo serían de agobio para cualquiera, pero para los cínicos ejemplares de la fauna nociva de la política mexicana recibir acusaciones es una forma de estar vigentes. Para decirlo de otra forma, en cualquier otro país los actos de corrupción en que han incurrido muchos de los principales elementos del perredismo hubieran merecido al menos una decena de años sin derecho a libertad anticipada, y el saqueo que organizaron los familiares de Vicente Fox Quesada al menos unas dos cadenas perpetuas. Pero estamos en México, donde pasan las cosas más inverosímiles y donde la carencia de educación y desarrollo político provoca que los corruptos sigan estando vigentes en las esferas gubernamentales para cometer sus pillerías.
No es posible que después de que observamos a René Bejarano embolsarse las pacas de dólares que le proporcionó el empresario Carlos Ahumada más que afectarle lo empoderó, y comenzó a incrementar su presencia y su poderío en más de la mitad de las delegaciones políticas, y en la mayor parte de las estructuras de la administración central, con lo que se convirtió en el capo mayor de casi todas las bandas del crimen organizado oficial que ha hecho del dinero de los contribuyentes un inagotable filón para seguir conservando y asegurando en poder para los siguientes años. Desde las sombras todo lo controla, y su empoderada mujer sigue viajando a Venezuela donde también recibe considerables cantidades de dinero para incrementar el activismo de las falanges de la izquierda que controlan.
Uno de los grandes negocios del señor Bejarano, y por consecuencia del grupo que cada día arrincona más al Jefe de Gobierno, Miguel Angel Mancera, es el de la Red de Transporte de Pasajeros, de donde obtiene enormes cantidades de dinero. Cuando usted amigo o amiga se sube a un camión de esta red, tiene que depositar la cantidad de al menos cinco pesos con cincuenta centavos, si usted deposita una moneda de diez pesos no hay posibilidad de que alguien le entregue su cambio. Tampoco existe contabilidad porque nadie sabe cuánto es el total de monedas recaudadas en cada jornada o turno.
Para decirlo de otra forma, ahora resulta que no existen registros de la contabilidad de los ingresos en toda la Red de Transporte de Pasajeros, a la par que existe un alto subsidio para que funcione adecuadamente. Hasta ahora nadie ha sido capaz de disminuir el poder del señor Bejarano y parece que no habrá en el corto plazo una forma de terminar con el imperio de corrupción que ha sembrado en todas las áreas del Gobierno de la Ciudad de México. Sin lugar a dudas el Partido de la Revolución Democrática tiene dueño, y se llama René Bejarano Martínez. Los Chuchos, y todas las corrientes internas que a cada rato se pelean el despojo gubernamental, tienen que negociar con el señor de las ligas porque de él depende que ganen los que tienen que ganar. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.