DEFENSA PANISTA PARA OCEANOGRAFIA

sinpunto

Amado Yáñez Osuna buscó apoyo en los más prestigiados juristas del país para estructurar la defensa de sus intereses después de que Citigroup señalara que la firma de su propiedad había provocado un quebranto superior a los cinco mil millones de pesos a su filial Banamex, y que el Estado Mexicano decidiera intervenirla para

salvaguardar los intereses de los más de once mil trabajadores, de los que la mayor parte desarrollan sus funciones en alta mar y en las plataformas de la Sonda de Campeche. La resultó muy difícil encontrar a quien quisiera hacerse cargo de su defensa, y la razón fue, como dijeron la mayor parte de los consultados, que no querían enfrentar la andanada de los abogados defensores de los intereses de la nación porque pareciera que no existen muchos elementos para intentar construir buenos argumentos de defensa para el señor Yáñez.

Por eso se mantuvo fuera del foco y de los reflectores, porque necesitaba con urgencia encontrar quién o quiénes se hicieran cargo de comparecer en su nombre, y lo más importante, que evitaran a toda costa que fuera aprehendido para enfrentar sus acusaciones en libertad. No es nimia la cantidad del quebranto a la firma bancaria, y aunque el titular de Hacienda haya señalado que es un problema entre particulares, el Estado Mexicano tiene la obligación de proceder a realizar las investigaciones pertinentes, y en su caso, determinar el ejercicio de la acción penal contra el empresario. Pero no todo para ahí, pues el señor Yáñez Osuna tendrá que responder por las omisiones en los pagos del Instituto Mexicano del Seguro Social y al Infonavit, y eso se puede traducir en un severo dolor de cabeza porque puede caer en el espacio del derecho penal.

Después de realizar innumerables consultas finalmente dio con los indicados para la estructuración de su defensa. Los prestigiados abogados que lo representarán son Julio Esponda, compañero de estudios de Felipe Calderón Hinojosa y uno de sus más grandes amigos, a quien utilizó para que litigara asuntos de mucha valía en contra del Estado Mexicano, mismos que en la mayor parte de las ocasiones ganó porque así se decidió desde las más altas esferas del país. Julio Esponda esperaba ser Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación porque ese era el propósito de Felipe Calderón Hinojosa, pero nunca pudo acceder a ello porque sus méritos como abogado resultaban bastante cuestionados.

Otro de los abogados del señor Yáñez Osuna es Fernando Gómez Mont, socio del señor Esponda y quien fuera el sucesor de Juan camilo Mouriño en la titularidad de la Secretaría de Gobernación. Pertenece a una de las familias de más rancio abolengo blanquiazul, además de que la tradición indica que en la mayor parte los Gómez Mont son juristas reconocidos. Hasta hace poco Esponda y Gómez Mont mantenían su despacho en las Lomas de Chapultepec, del que también era integrante Adolfo Aguilar Zinzer. Para no desentonar el tercer abogado de Yáñez será Alberto Zinzer Cieslik. Se puede decir que lo más granado del panismo son quienes realizarán la defensa del hombre que encontró en los blanquiazules a sus más fieles aliados y cómplices para enriquecerse groseramente de los contratos con Pémex. No le bastó eso, tuvo que delinquir para saciar sus ansias de riqueza. No creo que le puedan ayudar mucho. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.