Muchos son los problemas que al sector educativo están causando los delincuentes que están al frente de lo que denominan la "Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación", y que no es otra cosa que una guarida de maleantes que buscan destrozar lo que tanto tiempo y dinero nos ha costado a los mexicanos. Ahora salieron con la ocurrencia de que no tan solo atentarán como siempre, contra oficinas gubernamentales, sino que realizaran bloqueos, tomas
de comercios y radiodifusoras. Para decirlo de otra forma lo que van a realizar es la comisión de actos contrarios a la ley, con lo que seguirán esa cadena de delitos a la que se han acostumbrado. La verdad es que no entiendo hasta cuando nuestros gobernantes van a seguir permitiendo que sujetos como Rubén Núñez Ginés hagan un papalote de la vida institucional del país de la forma más cínica e impune.
Pero no tan sólo son los depredadores delincuenciales que se dicen o autodenominan "magisterio democrático" que por ahora son dueños de Oaxaca, ante la cesión gratuita que de su gobierno ha hecho Gabino Cue, lo que explica el porqué de nuestro atraso y retraso educativo. También hay que sumar la camisa de fuerza que imponen los planeadores educativos cuyas políticas y planes de estudio no se han reformado o modernizado desde hace muchos años, pese a que las necesidades laborales imponen conocimientos adecuados a las necesidades cambiantes de un mercado laboral inducido por los procedimientos de la globalidad. Por eso lamentablemente no estamos siendo competitivos desde hace muchos años, y mientras las economías emergentes requieren mano de obra calificada nosotros ni siquiera hemos comenzado a meter orden con las hordas delincuenciales que mantienen como rehén a los sistemas educativos del país.
Hoy la educación tiene que ser considerada como un asunto de seguridad nacional, porque en función de que sigamos vedándoles la oportunidad a nuestros hijos de recibir una educación de calidad, sobre todo en las zonas con mayor atraso del país, estaremos negándoles la construcción de un futuro con mayores estándares de desarrollo. Si existe algo que no debe tener discusión es que México no puede seguir permitiendo que los intereses de los grupos delincuenciales que se han enquistado en el magisterio se coloquen por encima del interés futuro de la niñez mexicana. La impunidad de las hordas delincuenciales aglutinadas en la CNTE debe terminar con la aplicación del Estado de Derecho. En México el que la hace debe estar obligado a pagarla, y eso es lo que hasta ahora exige la mayor parte de los mexicanos que se han visto afectados por las constantes agresiones magisteriales.
Este país tiene muchas prioridades, y la educación es una de ellas. Los mexicanos del futuro necesitan cimientos sólidos que les permitan un crecimiento mayor al que nosotros alcanzamos. No podemos seguir siendo una fábrica de pobres, y aún cuando no detentamos el crecimiento a la inversa como algunos países asiáticos, la realidad también indica que no estamos haciendo mucho por evitar ese destino. Quizá por ahora, antes que la economía, está la recuperación del estado de derecho, y eso quiere decir acabar con los cotos de impunidad que existen en todos lados por la colusión de poderosos y gobernantes. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.