Sin lugar a dudas, la jugada que diseñaron sus consultores ha dado el resultado que esperaban. Miguel Ángel Mancera es un hombre disciplinado, y muestra de ello es que corre 10 kilómetros diarios para mantenerse en forma. Mucho se ha dicho del hombre que administra la Ciudad de México, y la mayor parte de ellas resultan
certeras. Las huestes perredistas se han significado más como un valladar que posibles aliados en la tarea cotidiana para entregar buenos resultados. Por eso digo que el señor Mancera administra y no gobierna la Ciudad de México. Pero en el saldo final también hay que decir que, hasta ahora, con lo que logra administrar, ha entregado buenos resultados. Sortear los escollos que le plantea una relación distante y poco colaborativa del partido que lo llevó al poder requiere mucha paciencia, y la necesidad de hilar fino para no levantar ámpulas.
Esa ha sido la tónica de la gestión del señor Mancera en la Capital de la Republica. Por eso su cercanía con el presidente Peña Nieto, porque ha sido su mejor aliado a la hora de tomar decisiones. Es quien le ha ministrado recursos extraordinarios para obras que no se contemplaron en el presupuesto diseñado por la aplastante mayoría perredista en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal quienes asignan las partidas a su antojo y conveniencia. Pero también entiende que Peña es un presidente fuerte y que tiene mucha paciencia, pero que no vacilará a la hora de imponer la ley. Llevarse bien con el mandatario es parte del oficio político que debe tener cualquier gobernante, y más si se es de un partido opositor. También abona a la construcción de un buen futuro político convertirse en un mediador a la hora de los conflictos, porque sin lugar a dudas la Ciudad de México es el principal bastión del perredismo y eso también otorga créditos políticos.
Mancera está consciente de que el tema político es su flanco débil, y se puede convertir en un problema mayor si no desarticula las mafias que operan en las jefaturas delegacionales. Ya les quitó el control del cuerpo legislativo, y el paso siguiente será integrar un Congreso Constituyente que no sea mayoriteado por las tribus. Hay que estructurar un modelo más eficiente de administración en las demarcaciones territoriales para evitar esos cotos de poder que tanto dañó han causado a la gente y al proyecto. Lo más conveniente es impulsar el redimensionamiento territorial basándose en la circunstancia poblacional y la identidad de colonias y barrios. Pero no deberán ser mayores a los 300 mil habitantes. Con ello también cambiará el significado de la política y acotará el clientelismo de las tribus.
Miguel Ángel Mancera sabe hacia dónde tiene que caminar. El tema del salario mínimo fue el detonante que lo colocó en el debate nacional. Fue una jugada maestra que no tuvo fallas porque no estuvo en manos de quienes pretendieron cercarlo para manipularlo. De ahora en adelante el manejo de su imagen estará en manos de profesionales. Ya entendió que esa será la única forma de avanzar. Ha necesitado al partido para hacer llegar a la gente los beneficios de sus políticas públicas, pero la corrupción ha desvirtuado la verdadera finalidad. De lo que se trata es de que el partido entienda que necesitan a Miguel Ángel Mancera como figura central par llenar ese vacío que dejo el señor López. Cuando eso ocurra, el impondrá las condiciones. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.