Pareciera que la tragedia de Iguala es un asunto menor para el señor Angel Aguirre Rivero y para Nueva Izquierda, la corriente dominante en el Partido de la Revolución Democrática encabezada por "Los Chuchos". Y no quiero decir con esto que les importe poco la muerte a balazos de tres normalistas y la desaparición de 43 que fueron entregados por los policías
a miembros del crimen organizado para que seguramente los victimaran, pero lo que han privilegiado es salir lo menos raspados del asunto que ha consternado al mundo. Quien descubrió el entramado de esas relaciones delincuenciales de la corriente que dirige al PRD y el señor Aguirre fue René Bejarano, y ese es el principal indicativo de la incrustación del crimen organizado en las estructuras gubernativas del país, lo que mantiene azorada a la opinión pública nacional e internacional.
Qué bueno que el señor Carlos Navarrete ofreció disculpas a los Guerrerenses porque su partido apoyo a un delincuente para que fuera Presidente Municipal de Iguala, pero no ofreció disculpas por la protección que la corriente a la que pertenece le brindo desde el Congreso al señor Jose Luis Abarca cuando se solicitó su desafuero para que respondiera por la muerte de Arturo Hernández Cardona y dos personas más a quienes asesino. Qué bueno que fue a Iguala de la Independencia a dar la cara, no podía hacerlo de otra forma, pero no ha explicado porque siguen apoyando al señor Aguirre Rivero para que permanezca al frente del gobierno, ese al que tanto denostaban cuando suplió a Rubén Figueroa Alcocer y lo responsabilizaban de la muerte de más de 500 militantes perredistas.
El problema es que el señor Aguirre Rivero no hizo absolutamente nada por inquirir al munícipe lo que estaba ocurriendo en las refriegas entre estudiantes y policías, ni giró instrucciones para que la fuerza estatal interviniera. Señalar que el señor Abarca no permitió que el mando único se estableciera en Iguala es una forma de exculparse. Lo cierto es que no hizo nada por intervenir. Y no lo hizo porque mantenía una estrecha relación afectiva con la esposa del señor Abarca, a quien además otorgó tiempo para que huyera. La corriente Nueva Izquierda e Izquierda Progresista de Guerrero fueron las que se opusieron al desafuero del edil Igualteco cuando Rene Bejarano lo señalara como responsable de haber levantado a Arturo Hernández Cardona para cobrarle con su vida el agravio de la desobediencia.
El coordinador de la fracción perredista en el Congreso de Guerrero es Bernardo Ortega Jiménez, cuyo padre y hermano están actualmente presos por delitos contra la salud. La Corriente Nueva Izquierda es coordinada por Ilich Lozano Herrera y Luisa Ayala Mondragón, e Izquierda Progresista de Guerrero por Ángel Aguirre Herrera, hijo de Ángel Aguirre Rivero, y a quien el gobernador pretende negociar como candidato a la residencia unicipal de Acapulco como si fuera un derecho de sangre, Alejandro Arcos Catalán y Óscar Díaz Bello. Como podemos observar, finas personas todos ellos. El problema para Carlos Navarrete es que ahora le dirán que pertenece a ese PRD que asesina estudiantes porque mantiene ligas con el crimen organizado. Por cierto, no creo que se atreva a defender nuevamente al gobernador Ángel Aguirre Rivero. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.