En la entrega al Congreso federal de la propuesta presupuestal para 2021, el titular de Hacienda, Arturo Herrera, a quien casi casi le ha tocado el papel de prestidigitador económico, puso en claro que ante la disyuntiva entre salud y economía, el gobierno tuvo que ajustar sus perspectivas económicas a la política pública en materia de salud. Sin vacuna contra el Covid, la economía se mantendrá en condiciones “especiales”.
En realidad queda claro que México tendrá que ocuparse de conseguir dos vacunas y pronto.
Para decirlo claro: “hasta que no encontremos una solución al final a la pandemia, idealmente, mediante la aplicación de una vacuna, la economía operará en condiciones especiales”, admitió el titular de las finanzas públicas del país.
En consecuencia, es claro, mientras prosiga la pandemia y no haya una vacuna, que por cierto sufrió la víspera un severo revés al conocerse de las reacciones adversas en los ensayos de la Universidad de Oxford –que involucra a México-, México tendrá que rifarse con una economía que este año registrará una caída en torno al 8 por ciento, un porcentaje grave pero moderado si se compara con las previsiones de especialistas e instituciones financieras que superan el 10 por ciento.
Dijo sin embargo, el titular de Hacienda que es probable un crecimiento del 4,6 por ciento del PIB en 2021. Ojalá. El deseo se convierte en una necesidad imperiosa para un país amenazado por la debacle económica, financiera y social.
Herrera dijo que en 2021 esperan mayores recursos de los recaudados este año, “pero menores a los previstos previos a la pandemia”. Es decir, habrá estrechez fiscal. Por tanto, “tenemos que ser extraordinariamente cuidadosos en la forma en que se asigna el gasto”, apuntó.
Admitió que “quisiéramos pensar que hay más recursos para todos, pero –aclaró-“ esa no es la realidad a que estamos enfrentando ”.
Añadió que el gasto en salud crecerá 9.2 por ciento en comparación con al aprobado en 2020 en términos reales. Nada que agregar al respecto.
Dijo que el gasto en inversión subirá 5.3 por ciento también en términos reales con el fin de que “si queremos crecer en el futuro” se requerirá un mejor sistema de carreteras, aeropuertos e instalaciones marítimas.
Explicó que “no todos los problemas se atacan mediante el presupuesto” y refirió mecanismos o recursos como los créditos de la banca de desarrollo y esquemas de concesión, desdoblamiento de carreteras y otros. “Vamos a utilizar todos los instrumentos a nuestro alcance para mitigar el impacto económico que el Covid tiene en las familias mexicanas”.
Admitió que la crisis económica actual “no permite grandes márgenes de maniobra en las finanzas públicas” e hizo ver que “estamos muy conscientes de que no hay presupuesto perfecto”. Y ahora menos, claro.
Así, Herrera camina sobre un techo de cristal y una geografía marcada por el Covid, que sigue muy lamentablemente su ritmo incontenible, según las cifras cotidianas que aún y con subregistro, crecen y crecen. Idealmente, dijo el titular de Hacienda, y sólo hasta que encontremos la vacuna, tendremos que adecuarnos o acostumbrarnos a una economía que operará en “condiciones especiales”, muy especiales, creo yo. Después de la vacuna anticovid, habrá entonces que buscar otra para una economía enferma, o si prefiere, alicaída.
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@ RobertoCienfue1