La Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (Anpert), que agrupa a decenas de prestigiados periodistas y constituye la única organización en su tipo del país, emitió este último fin de semana un pronunciamiento para sumar su respaldo a quienes exigen un cese de la estrategia de denostación
contra la prensa de México que encamina el presidente y cuya difusión se realiza mediante el uso de recursos públicos.
En su comunicado, el Anpert recuerda que el presidente del país “es el responsable de representar a México, ya los mexicanos y preservar la paz y la seguridad nacional”.
También destaca que en la conferencia matutina del viernes pasado, una vez más el presidente López Obrador mostró su inconformidad por el análisis hecho por Denise Dresser y publicado en medios de alcance nacional, un hecho que según la Anpert, suscitó “un ambiente de violencia en contra de quienes ejercemos el periodismo ”.
La Academia consideró que “no es tarea del Jefe del Ejecutivo adjetivar el trabajo de los periodistas” del país.
Reconoció, sí, el derecho de réplica del presidente, que debe hacer valer -expuso- a través de los mismos medios y en el mismo espacio en que se sintió agraviado.
Pero al hacerlo en su conferencia de prensa matutina, el presidente “está incitando a una confrontación innecesaria”, que se agudiza en las redes sociales, con lo que confunde el objetivo natural de la Libertad de Expresión y desvía el interés del tema, sin resolver el vacío informativo que deriva en cuestionamientos informativos que no son del agrado del presidente.
Tras subrayar estos vicios en la comunicación, la Anpert invita al primer mandatario de la Nación a “motivar un diálogo abierto, franco y respetuoso”.
Por último, la Anpert se pronuncia en contra del espíritu del “ejercicio inquisidor en el que se ha convertido” la estrategia del presidente López Obrador de “denostar a la prensa nacional”. Hasta allí, el pronunciamiento de la Academia, que por supuesto respaldamos a su vez numerosos periodistas del.
Es claro que las estrategias y aún políticas del gobierno de turno en contra de numerosos periodistas del país y del extranjero incluso, optar por estigmatizar el noble y ejercicio útil del periodismo, o "el mejor oficio del mundo", según el gran García Márquez.
¿Sería mucho pedir al presidente de México, respeto para el periodismo y sus practicantes? Respeto que es esencial en cualquier relación humana, sea ésta entre políticos prominentes como el Jefe de Estado y periodistas de a pie. Después de todo y si como dice nuestro presidente, el pueblo es sabio, éste sabrá distinguir entre verdades y falacias. Ese es el punto clave, y cada quien deberá preservar su papel, responsabilidad y sobre todo el respeto por otros y por sí mismo, en primerísimo lugar.