Cuando faltan poco menos de 9 meses -un embarazo- para que los hidalguenses visiten las urnas para elegir al sucesor del gobernador
priista, Omar Fayad Meneses, la apuesta está en el aire con un virtual empate entre las huestes de Morena y del Pri, seguidos muy lejos por el PAN, un partido este último con poco arraigo en general, incluso en Pachuca, la capital del estado , donde el tricolor puso fuera al blanquiazul de la llamada Casa Rule, sede de la alcaldía capitalina hidalguense en las elecciones de hace poco más de un año.
Un estudio reciente de opinión pública del sitio TResearch, además el virtual empate entre Morena y el PRI con 38 y 39 puntos, respectivamente, de cara a los comicios del cinco de junio próximo, cuando se pondrá en juego la gubernatura de Hidalgo, hasta ahora un férreo bastión del priismo, pese a varios intentos serios por arrebatarle el poder, romper su hegemonía y abrir paso a la alternancia partidista.
La percepción de triunfo en la próxima contienda favorece a Morena, según TResearch, algo todavía por confirmarse en las urnas.
El gobernador Fayad Meneses, un priista de cepa, ha hecho en general un buen trabajo a lo largo de su gestión. Reflejo de esto, por ejemplo, fue el reconocimiento que recién en la semana que concluyó recibió de los Emiratos Árabes Unidos por su trabajo a favor de la atracción de inversiones al estado, asiento de unos tres millones de personas disgregadas en 84 municipios, muchos de ellos de baja población y compleja orografía. El galardón reconoció la mejor propuesta de inversión y garantiza fondos por unos 800 millones de dólares, que generarán unos seis mil empleos. No es poco para un estado aún pobre, pero enclavado en el centro del país y con una ubicación geográfica estratégica.
Así que aún está por escribirse la historia y el legado electoral del gobierno de Fayad Meneses, entre los gobernadores cercanos al gobierno de la 4T que encabeza al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Es temprano aún para anticipar el resultado electoral de junio próximo, pero ya comenzaron los jaloneos preliminares con el registro de aspirantes de Morena a suceder a Fayad Meneses.
A la fecha han manifestado su interés por la silla del ejecutivo estatal hasta siete figuras del morenismo. Descuellan sin embargo menos de la mitad, con políticos como el senador Julio Menchaca Salazar, el titular de la Junta de Gobierno del Congreso del Estado, Javier Berganza y el diputado federal Cuauhtémoc Ochoa. También se apuntó el ex candidato a la alcaldía de Pachuca, Pablo Vargas, un académico que confiaba en hacerse del principal municipio hidalguense en los comicios de octubre del 2020, pero que falló en su intento, uno en el que confió en demasiado los activos del presidente López Obrador. A Vargas le ganó Sergio Baños, un priista aún joven con intereses empresariales en la entidad del chinicuil y la barbacoa.
Hay otros aspirantes morenos ya registrados claros, como Abraham Mendoza Zenteno, por ejemplo, delegado de los Programas para el Bienestar en la entidad; o la alcaldesa de Tizayuca, Susana Ángeles.
Y sin embargo, los priistas dan señales claras de que serán un hueso duro de roer, aún para los morenos hoy en boga en buena parte del país.
Hace sólo unas horas, luego de registrarse ante la Comisión Estatal de Procesos Internos como aspirante a la presidencia del Comité Directivo Estatal del PRI para el periodo 2021-2025, Julio Manuel Valera Piedras, convocó a la militancia del partido a la unidad, y se comprometió a mantener para su partido la gubernatura del Estado.
“Unidos vamos a ganar, con la unidad como principio, con el trabajo y la organización como hoja de ruta pero con los resultados de gobierno de Omar Fayad hoy podemos decir con contundencia Morena es ave de paso pero ave que no hará base en Hidalgo porque aquí en Hidalgo vamos a ganar ”, prometió.
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@ RoCienfuegos1