Inflación galopante

La inflación en enero de este año subió a 7.91%, ¿cuánto te gastas en la despensa para una semana? Es la

pregunta de muchas familias mexicanas en estos días, y la angustia de millones de mujeres, responsables del milagro cotidiano de hacer que alcance el gasto, de estirarlo, según dicen muchas.

Todo está más caro, se quejan en mercados, centros de abasto, en las tienditas de la cuadra, donde compran a granel, por piezas o apenas para que algo les toque a cada uno de los miembros de una familia. Aún los tenderos registran y resienten las compras a la baja.

Y es que los precios siguen al alza, y no se ve cuándo habrá de detenerse esta escalada, que merma los bolsillos centaveros de millones de familias en el país, entre ellos los seis millones de miniasalariados que recibieron un incremento del 20 por ciento al cierre del 2022, un alza “histórica” ha dicho el gobierno de la 4T. Pues sí, histórica, pudiera ser, pero también histórica es la marca inflacionaria del sexenio.

Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, el Inegi, revelan que los precios de bienes básicos mantienen su tendencia al alza, lo que agrava la situación de millones de personas en México. La inflación, en diciembre del 2022, fu de 7,86 por ciento, menor que la de 7,91 por ciento al cierre de enero de este año, un brinquito más, dirán algunos, un daño más, según otros.

La cuesta de enero se extiende en febrero debido a que los precios acumulan dos meses de incrementos, en particular los alimentos. El huevo, entre los bienes más versátiles de la canasta básica, registra precios inimaginables hace poco tiempo al rebasar los 50 pesos el kilo. No es el único bien caro, y según productores, no se prevé que ya haya llegado a un precio tope o máximo.

Gabriela Siller, directora de análisis económico de Grupo Base, alerta sobre los índices inflacionarios que siguen preocupando en México. La experta hace ver las presiones en el subcomponente de mercancías alimenticias, con una inflación anual de 14.08%” y añade: “Resulta también preocupante la inflación de servicios, que se ubicó en una tasa anual de 5.51%, no vista desde mayo del 2003”.

En descargo argumentativo, el gobierno culpa del fenómeno inflacionario a la pandemia del coronavirus, y la invasión rusa en Ucrania. Justifica los ingentes subsidios a los precios de los combustibles como un remedio para impedir una inflación aún más elevada. Y sin embargo, los precios de alimentos y servicios se mantienen al alza. Hace apenas unos días, determinaron incrementos en las autopistas de peaje, lo que segura e inevitablemente repercutirá en nuevos aumentos, que sin duda impactarán todavía más en las mermadas faltriqueras de millones de mexicanos que soportan de manera estoica los embates inflacionarios.

¿Inevitable? ¿Nada qué hacer? Ni lo uno ni lo otro. Hay que estimular la producción, incentivar los canales de distribución, ampliar la oferta en los grandes centros de abasto del país, reorientar la producción agrícola. Esto, al menos.

Roberto Cienfuegos J.

@RoCienfuegos1