Datos y Marcianos

Oigan, afables lectores (as), sean éstos tres, dos tal vez, al menos uno, déjenme comentar que ayer jueves, motivado

por el tema musical “Los marcianos”, que se escuchó en el Salón de la Tesorería del mismito Palacio Nacional, me di a la tarea de leer la extensa transcripción que día con día publica la Presidencia de este país de la igualmente prolongada matutina de don Manuel Andrés López Obrador, sí, el presidente de México.

Dicho de manera franca, me sorprendió que el presidente y Jefe del Estado mexicano hiciera sonar esa pieza del autor cubano Rosendo Ruiz Quevedo, que no de Enrique Jorrín, como erróneamente dijo López Obrador.

Algo debió influir la estirpe tropical del mandatario para pedir Los Marcianos, un tema que utilizó para desacreditar los señalamientos críticos que han animado los libros de texto gratuitos que pronto serán distribuidos en las aulas escolares del país y que lo llevó a decir que su gobierno ganará esta nueva pelea.

Confirmé, no sin sorpresa insisto, que si se escuchó la pieza de Los Marcianos en la matutina. Bueno, cosas del humor del presidente que, como ratificó ayer, está bien y de buenas, algo que por supuesto siempre se le desea al prójimo.

Antes de Los Marcianos, el presidente, quien también dijo que anda muy presumido, dio a conocer datos económicos y financieros. Dibujó una realidad poco menos que increíble de México no sólo en materia económica, sino -mire usted a ver- en el ámbito de la seguridad y la reducción del crimen, así nada menos que el miércoles se haya informado sobre el incendio de al menos once vehículos en el turbulento estado de Guerrero, al parecer por grupos del crimen organizado. De estos hechos, ni una coma presidencial.

Todos los datos que citó reflejan el fruto de un México casi casi en una situación sin precedente, esto pese a los conservadores, y más aún, al embate de la pandemia del coronavirus. Ratificó que él es el segundo presidente mejor evaluado del mundo, sólo superado por el primer ministro de La India, Narendra Modi, a la cabeza de todos los dignatarios del orbe.

Ah, pero López Obrador dijo que revelaría información que “no se conoce” y que por ello es importante que “la gente sepa cómo vamos”.

En el ámbito socioeconómico, presumió el presidente, hay casi 22 millones de trabajadores inscritos en el Seguro Social, “una cifra récord”, apuntó.

El promedio de salario mensual, puso en claro, “es de 16 mil 326 pesos, eso también no se veía en mucho tiempo. Aquí se puede observar, es el salario promedio de los trabajadores en el país”. Bueno, eso dijo él.

A esto se agrega un nivel de desempleo muy bajo, 2.7 por ciento, otro dato “muy favorable” pues desde el 2000 “no se veía así”. Sugiero a usted no perder de vista las comillas.

Aseveró que México está entre los países con menos desempleo en el mundo. También eso dijo. 

Y del tipo de cambio, ni hablar.  “México es el país del mundo con más apreciación en su moneda”. No aclaró el presidente los motivos o razones de que esto esté ocurriendo, y mucho menos las consecuencias de una eventual volatilidad. Quizá porque se vería demasiado proclive al neoliberalismo. Al tiempo.

Y tras hacer una comparación muy puntual de la depreciación del peso en el periodo neoliberal, iniciado con el presidente Miguel De la Madrid, dijo que con “nosotros se ha fortalecido el peso, no se ha devaluado, en un 17.8. “Esto es un fenómeno en muchísimo tiempo”, sí, un fenómeno, como la pieza de Los Marcianos.

Añadió el señor presidente las remesas que envían los millones de mexicanos que -esto lo digo yo-  siguen emigrando de México principalmente a Estados Unidos para hacerse de un trabajo y salvar a sus familias.

López Obrador anticipó eso sí, que este año las remesas superarán los 60 mil millones de dólares, algo que “nos ayuda mucho” y que constituye otro “récord” de su gobierno porque “siempre en aumento desde que estamos, nunca ha habido disminución, mes con mes”. 

Confesó que en “en julio tenemos un estimado, nunca nos falla”, aun cuando “todavía el Banco de México no da a conocer, desde luego, el monto de las remesas de julio, pero nosotros ya sabemos que va a rondar por los cinco mil 730 millones de dólares, lo que va a implicar un ocho por ciento, ese es nuestro estimado” en beneficio de unos diez millones de familias mexicanas.

Lo mismo dijo que está ocurriendo en inversión extranjera, que “cada vez llega más” al país porque el país figura entre las naciones del mundo “con más atractivos para la inversión foránea”.

Refirió además el crecimiento económico del país, donde “también vamos bien”, en particular tras la caída en el segundo trimestre del (año) 20 cuando “se nos cayó 18.8 la economía, esto no pasaba en casi 100 años, por la pandemia”, pero “nos recuperamos a partir del segundo trimestre del 21, empezamos a levantar la economía y ya traemos más de tres por ciento de crecimiento anual”. También eso dijo.

Es más, destacó que para “tener una idea del comportamiento en el mundo, China se está recuperando, porque había caído mucho su crecimiento económico, trae 6.3 en este trimestre; pero estamos nosotros (estamos) en segundo lugar con 3.6. Eso dijo.

Por debajo de México -sorpréndase- aparecen Estados Unidos, con 2.4; Portugal, 2.3; España, 1.8; Arabia, 1.1; Francia, 0.9; Bélgica, 0.9; Corea del Sur, 0.8; Italia, 0.8; Alemania y Austria, 0.2 y menos 0.3. Así está, la economía está creciendo en nuestro país, planteó.

Anticipó que “aunque ya salimos adelante, todavía el promedio anual no llega al uno por ciento, es 0.7, pero mi meta es llegar al uno por ciento anual de crecimiento; que, bueno, que va a ser una hazaña”. ¿Uno por ciento? ¿Hazaña?

Y ni hablar de la inflación, con 5.06 por ciento México le gana a Colombia, 12.1; Reino Unido, 7.9; Chile, 7.6; Italia, 6.4; Alemania, 6.4; nosotros, 5.06; Francia, 4.5; Rusia, 3.2; Brasil, 3.2; Estados Unidos, 3.0; Canadá, 2.8; y España, 1.9 en inflación.

Sobre el salario mínimo, dijo que éste seguirá aumentando porque su meta es dejarlo arriba del 100 por ciento en términos reales. Eso dijo.

Presentó una comparación sobre el salario mínimo. “Cuando llegamos -2018- el salario mínimo alcanzaba para tres kilos 100 gramos de frijol; ahora alcanza para cuatro kilos 700 gramos; alcanzaba cuando llegamos para tres kilos 200 gramos de huevo, ahora alcanza para cuatro kilos 800 gramos; en el caso de la tortilla alcanzaba para 6.5 kilógramos y ahora alcanza para 9.9 el salario mínimo”. Analice usted.

En deuda, México está mejor que muchos y en reservas internacionales ni hablar. Suman 204 mil 99 millones de dólares, han crecido 17.4 por ciento; o sea, el Banco de México tiene reservas suficientes.

Dijo que los precios de los combustibles también han bajado. En el caso de la gasolina magna, dijo, ésta ha bajado 7.2 por ciento, y 5.4 por ciento, la premium.

“Lo que más me tiene contento”, reveló, es la disminución de pobreza y la reducción de la desigualdad.

Hizo poner datos del Inegi y dijo que la fórmula de su gobierno no es sólo crecimiento, sino distribución del ingreso, lo que arroja “progreso con justicia”.

Aseguró que en el 2016, el ingreso trimestral por familia fue de 11 mil 141 pesos y aunque en el 2018 se mantuvo al colocarse en 11 mil 183, ésta cifra aun con la pandemia, subió a 11 mil 333 pesos.

“Y ahora, en el dato del 22, 13 mil 411, un aumento del 16 al 22 de 20.4; y del 18 al 22, 19.9”, nada de qué quejarse pues.

En previsión de alguna crítica, dijo: “Y, bueno, nos van a decir: ‘¿Y qué pasa con la violencia?’ ‘Pero la violencia’, como ahorita nos pueden decir: ‘¿Y los libros?’ ‘¡Esta noche en Hechos, llegan los ovnis a Nueva York y quieren volver comunista a los mexicanos con los libros de texto! No se la pierda’. Pueden decir: ‘¿Y la violencia?’

A ver, vamos a ver la violencia. ¿No les dieron las láminas?”, preguntó a los reporteros en el Salón de la Tesorería y al país entero.

Vinieron los datos, los verdaderos pues. “Así estamos en delitos del fuero federal, 17.9 menos que cuando llegamos, y con aspiraciones de que se logre una merma del 20 por ciento -20 por ciento, sí-, respecto de los 162 mil homicidios que ya se registran en México en este sexenio.

Admitió eso sí, con toda franqueza faltaba más, que el tema de los homicidios y la violencia criminal en el país es “muy difícil, porque dejaron crecer mucho el problema y se establecieron relaciones de complicidad entre la delincuencia y las autoridades, mucha asociación delictuosa, y ha costado trabajo enfrentar bandas que vienen de estos tiempos, pero ahí vamos”. Sí, ahí vamos.

En secuestro, sí hemos logrado una disminución considerable de 73.9 por ciento, y del 25.8 por ciento en el robo en general, y del 45.7 por ciento en rl robo de vehículos. “Así estamos”, dijo.

Bueno, luego llegó el tema de Los Marcianos. Adelante. “Así estamos”. ¿Algo de qué preocuparse? 

Roberto Cienfuegos J.

@RoCienfuegos1