Opinión

Lo que son las cosas de la vida, ahora con la entrada en operación del T-MEC (Tratado de Libre Comercio México, Estados Unidos y Canadá), que coincide con la llegada de lo que bautizaron como 4T al gobierno federal, resulta que se tiene que acudir a Washington para dar el beneplácito a un tratado de origen neoliberal impulsado por esos gobiernos que tanto se denostan en estos tiempos. ¡Realidad!.

Sin lugar a dudas la personalidad de Andrés Manuel López Obrador ha sido analizada y estudiada por los especialistas del pensamiento y el comportamiento humano de todas las latitudes,

Guanajuato es para AMLO lo que Michoacán a Calderón, su infierno, el derrumbe de todas las estrategias en materia de seguridad, Calderón golpeó el avispero y el estado michoacano se vio envuelto en llamas.

La masacre en un centro de rehabilitación en Guanajuato, con un saldo hasta la víspera de 26 muertos, entre ellos jóvenes y aún menores de edad, habla por sí sola del clima de violencia criminal que estremece a México y pareció una estocada, calculada o no, al discurso presidencial en el recinto parlamentario del Palacio Nacional para conmemorar los dos años de un triunfo inobjetable y contundente que se perfila, de manera paradójica y harto preocupante, en una desgracia nacional.

Debo reconocer que el acontecimiento me invita a retomar el tema que en días pasados me preocupó: la visita de amlo a “Wachinton”. He manifestado por escrito mis inquietudes con respecto a este tan polémico viaje y además y dejado en claro