¿Y QUIÉN DEFIENDE A LA SOCIEDAD?
Hablar sobre la tragedia de Ayotzinapa, es sin duda hacer contacto con una de las fibras más sensibles del ya lacerado tejido social mexicano. Como padre de familia, me uno al dolor incomprensible que cada una de las familias guerrerenses deben de estar viviendo en este momento, la incertidumbre debe ser la carga más pesada dentro de su padecimiento.