Corruptos y cínicos
Para que exista un acto de corrupción se requieren de dos actores al menos, y eso es el inicio de uno de los males más grandes que ha tenido este país. Y no es que como columnista me guste festinar o hacer apología de los delitos que se realizan al amparo del poder, simplemente es que no tolero la coma en que se dispone de las rentas públicas por funcionarios y empresarios que han causado un brutal empobrecimiento en la mayor parte de la gente.