El turismo en México es una actividad económica importante para el país y es una de las mayores en el mundo. Está colocada en décimo lugar a nivel mundial en términos de llegadas de turistas internacionales, con 21.5 millones de visitantes promedio por año. Es el primer destino para turistas extranjeros dentro de América Latina, cuyos ingresos han alcanzado niveles de 11.27 mil millones de dórales. El turismo contribuye con el 8.2% del PIB nacional y cabe resaltar que el 45% de esta actividad está orientada a las zonas con costa y playa.
En particular la Rivera Maya es uno de los principales destinos turísticos con los que cuenta el país. Ahí se concentran un número importante de destinos que van, desde el ecoturismo hasta el gran turismo.
Dentro de una normalidad, el país debería desarrollar la industria turística y fortalecerla, promoviendo acciones concretas de fomento al empleo y al desarrollo del comercio, en el que se implicaran a los lugareños para generar un beneficio general. Sin embargo, hoy en día el país enfrenta una grave crisis de inseguridad que dificultan –si no es que imposibilitan– el correcto desarrollo de esta importante actividad económica. De todos estos avatares se encuentra la acción grotesca y fuera de control del crimen organizado. Grupos criminales como los “Zetas”, “Los Caballeros Templarios” y demás cárteles han expandido su funesta actividad criminal a la extorsión y el cobro del “derecho de piso” a quienes pretenden ejercer actividad comercial alguna.
Así, destinos como Cancún o Playa del Carmen, en la Rivera Maya; Acapulco o Ixtapa, en Guerrero, hoy son rehenes del actuar grotesco de estos infames personajes, quienes so pena de perder la vida y propiedades ceden a las pretensiones y exigencias de quienes, a nombre propio o de su “organización”, exigen cuotas que merman la inversión en los principales destinos turísticos del país.
Hoy el crimen organizado explota la bonanza turística del país, sin darse cuenta que con su actuar sólo están matando a la “gallina de los huevos de oro”, pues mientras estos infames existan, menos inversión habrá y se acabará con la industria turística de nuestro país.
Entretelones.
Y que por la mañana tiembla en dos ocasiones en el Distrito Federal. Los cuerpos de emergencia tuvieron una movilización poco usual para una semana santa. Esperamos que no sea el presagio de una nueva oleada de emergencias producidas por sismos recurrentes en la Capital de la República.
@AndresAguileraM