Opinión

La corrupción es un mal que aqueja a todas las sociedades del orbe. Ninguna, por más desarrollada, civilizada o transparente que sea, carece de ella. Quizá se presenta con menor frecuencia, pero innegablemente existe. Considero que es la perversión de los valores del ser humano, que lo alejan de su esencia racional, de los valores éticos, de la legalidad y, consecuentemente, de la sociabilidad. 

¿Cuántos amigos, amigas, cuates, cuatas, compadres y comadres del licenciado López Obrador trabajan en el gobierno de la 4T?