Opinión

Muchos han sido los amagos que ha recibido el sistema educativo del país de parte de aquellos que se empeñan en asumirse como detentatarios de un mandato inexistente, y que solamente han sido producto de un proyecto político fallido de las falanges de la izquierda trasnochada que piensa que México se puede cambiar si se logra sumergir a nuestros niños, los futuros ciudadanos, en la obscura noche de la ignorancia. Las pasadas semanas fueron prodigas en críticas para el gobierno encabezado por Enrique Peña Nieto a causa de la postergación de la Evaluación Educativa, misma que al final resultó una estrategia para evitar dañar la credibilidad de las elecciones intermedias que al final del día, y pese al amago de las secciones beligerantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, se realizaron con relativa normalidad lográndose uno de los triunfos más sonados de la incipiente democracia mexicana.