El punto crítico
Información útil para la toma de decisciones 
El jueves se llevó a cabo la selección de los dibujos finalistas del 15 ° Concurso Nacional de Dibujo Infantil (CNDI) "Vigilantes de la Honestidad", proyecto de colaboración entre el Consejo de la Comunicación (CC), Jumex y la Secretaría de Educación Pública (SEP). Por segundo año se implementó la temática de honestidad, buscando fomentar este importante valor entre las niñas y niños que cursan la educación básica.
En un hecho sin precedentes el Jefe de la Oficina de Presidencia de la República, Alfonso Romo, levantó la voz para asegurar que “no se puede manejar un país que está decreciendo al 9%, y lo estamos manejando como si estuviéramos creciendo al 9% . Y es importante la cita porque se dio en la XLII Convención Nacional del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas.
(El auténtico amor no se conoce por lo que requiere, sino por aquello que reconoce y quiere custodiar)
I.- LA FIESTA QUE NOS TRANSFORMA
El verdadero éxtasis es una fiesta que se forja en el alma,
es una recepción de pulsos y una ceremonia de sueños,
un vivir desviviéndose por vivir para el otro legándose,
pues no hay mayor don que estar juntos y saberse amar,
olvidándose de uno mismo, ¡perpetuándose en el querer!
En días pasados la decisión de la Mesa directiva de la Asociación Nacional de Locutores de México, que me honro en presidir, nominó al periodista y comunicador Jaime Maussan quien cumple 50 años de trayectoria profesional, motivo por el cual fue merecedor del máximo galardón el Micrófono de Oro que otorga la ANLM.
Firme, el médico cirujano y senador Higinio Martínez Miranda alzó la voz; agraviado como muchos de sus compañeros de escaño respondió a la sinrazón que, hasta hace dos días, se enfilaba hacia la injusticia:
La revolución mexicana es una de esas estampas que fue confeccionada para explicarse de modo oficial, como una gran doctrina que simbolizó desde la primaria uno de los pendones de lucha social, ”los Panchos Villas o Zapatas" eran los disfraces que a todo niño nos tocó, por supuesto que a las niñas con el de “adelitas". Cómo en toda novela había un villano, Porfirio Díaz y los héroes eran chaparritos y soñadores como Madero o valientes hasta la locura como Zapata.