Pandemia y religiosidad
MI padre era un hombre muy religioso, todos los días después de enviarnos a la escuela y desayunar, antes de ir a su trabajo pasaba a la iglesia a dar gracias, los domingos era obligatorio asistir con él y la familia a la Iglesia de la Profesa , enorme, imponente, para después pasar a desayunar algunas veces a La Blanca aquellos chilaquiles y pan con café con leche que eran deliciosos, al medio día asistíamos en casa o de vez en cuando