DECÍA MI ABUELITO: Hágale caso a los latidos del corazón...
Columan ¡QUE CONSTE,… SON REFLEXIONES!
DECÍA MI ABUELITO: Hágale caso a los latidos del corazón y a los apretones de miedo del trasero”. Sin duda, los tiempos que vivían, les permitían observar mucho mejor los acontecimientos, tenían el tiempo adecuado para comentar en la familia, en el trabajo, con los amigos en el café o la cantina,