Opinión

Nexos está sufriendo hoy la consecuencia del ejercicio de su libertad de expresión, su crítica y el supuesto activismo político de su editor, Hector Aguilar Camín.

Es de lamentar porque se trata de la muestra, de la falta de equilibrios en el poder, y el autoritarismo de un régimen dictatorial, que más de 30 millones de mexicanos llevaron al poder.

Habrán que recordar las palabras del pastor luterano Martin Niemoller : 

“Primero vinieron por los socialistas, y yo no dije nada, porque yo no era socialista. 

Luego vinieron por los sindicalistas,

y yo no dije nada, porque yo no era sindicalista. 

Luego vinieron por los judíos, y yo no dije nada, porque yo no era judío. 

Luego vinieron por mí y no quedó nadie para hablar por mí”.

En defensa de los derechos que otorga la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la libertad de expresión y de los Derechos Universales del ser Humano, No es posible darse el lujo de quedar callados ante la arbitrariedad y el cinismo.

¿Hasta dónde ha de llegar este nuevo régimen, corrupto y autoritario, para que la sociedad, toda en su conjunto decida el cambio?

Vaya con el estercolero que está construyendo el Presidente de la Republica Andrés Manuel López Obrador, quien sigue manteniendo en la parte central de su discurso el combate contra de la corrupción.

Prolijo en calificativos, descalificaciones, categorizaciones inútiles, alusiones clasistas o arcaicas referencias a las viejas corrientes ideológicas que otrora protagonizaron las grandes confrontaciones de la historia de México, el discurso de López Obrador nos inserta siempre, de manera directa o soterrada, en una trama de confrontación y polarización,

Como una “declaración de hostilidad del gobierno” califica Héctor Aguilar Camín la sanción impuesta por la Secretaria de la Función Pública a la revista Nexos. Vamos le aplicó una inhabilitación por dos años ordenando a dependencias y entidades federales “abstenerse de aceptar propuestas o celebrar contratos con la empresa Nexos Sociedad, Ciencia y Literatura, S.A de C.V.”

Viene ahora el tiempo de los dimes y diretes, del yo no fui, del sí tu fuiste, del a mí que me esculquen, del yo no sé nada, del soy inocente, o del todo es parte de un complot, del todo se reduce a una vendetta o simple y llanamente a una vulgar persecución en busca de una urgente resurrección. ¿Y la justicia, apá? Bien, gracias. Otra vez será.