Opinión

•Saqueos quebraron a Pemex y CFE
•Reguladores, desesperación oficial
•AMLO: sólo gasolinerías de Pemex
•Iberdrola se fue de Tuxpan, con todo
 
Hay dos tipos de hombres; los que piensan y los que se divierten.
Charles Louis de Secondat, barón de Montesquieu, escritor y filósofo francés.

Las disertaciones presidenciales matutinas tienen esa característica del mensaje propagandístico bien aprendido que, de tanto remacharse, se asume verdad absoluta sólo porque la dice el licenciado presidente, un ciudadano autodefinido honesto y austero que despreció la residencia oficial de Los Pinos y optó por el Palacio Nacional como vivienda privada.

Hace algunos años en varias notas periodísticas escribí sobre una experiencia que en ese momento nos pareció increíble y que posteriormente se ha convertido en una realidad espantosa en el país. En una gira para realizar algunos reportajes en Michoacán, acompañando a Don Pedro Ferriz Santa Cruz y Alexis Pola, el productor de los programas,

Finalmente Andrés Manuel López Obrador decidió quitarse la careta del presunto demócrata y enseña la del autócrata que aspira al establecimiento de una dictadura de índole chavista en este país.

Quienes consideramos a la libertad y a la democracia como derechos fundamentales del ser humano, vivimos momentos sumamente aciagos y preocupantes. En todas las naciones del mundo se gestaron movimientos políticos disruptivos, ensalzando banderas muy populares que reivindican injusticias añejas y profundamente arraigadas en el inconsciente colectivo, con miras a generar bases electorales amplias y sólidas, para obtener el control del poder político de las naciones.