¿Y dónde quedaron los principios?
Como cada año, los punteros en las preferencias electorales son motivo para que los institutos políticos definan sus estrategias hacia la contienda electoral por la Presidencia de la República. Todos —hasta los punteros— saben que el proceso electoral no será sencillo y que, pese al exceso de confianza de los más aventajados, nada está escrito. Cualquier cosa puede ocurrir y más en un país con la efervescencia y preferencias se mueven con demasiada volatilidad.