Entre el dolor y la ignorancia
Si algo se puede y se debe señalar del caso de los normalistas de Ayotzinapa desaparecidos hace casi seis meses es que hasta ahora solamente se cuenta con la verdad de la Procuraduría General de la República, lo que desde luego no ha sido del agrado de quienes manipulan a los familiares. Y hablo de manipulación porque un padre y una madre adoloridos intuyen las cosas y sobre todo el destino de sus hijos, y en el caso que nos ocupa quienes han sembrado la esperanza en ellos han sido tan hábiles como para apoderarse de su voluntad y de marcarles una agenda que están siguiendo al pie de la letra. Si aparte de ello les ministran los recursos en suficiencia como para dejar de tratar de arrancarle a la tierra que los vio nacer el alimento del día, siempre van a hacer lo que se les indique.