¿Y para cuándo la justicia?
Era el 20 de noviembre de a las 19:00 horas. Cientos de miles de luces iluminaron por más de 3 horas la ruta comprendida del Ángel de la Independencia hasta la plancha del Zócalo de la Ciudad de México, donde ondea en todo su esplendor la monumental bandera nacional. El grito de “vivos se los llevaron, vivos los queremos” y el sonido contundente con el conteo del uno al 43, en honor a los desaparecidos de Ayotzinapa, retumbaban por las calles de la capital. La indignación: el común denominador de la mayoría de los asistentes. La paz: el anhelo de la mayoría de los asistentes. El clamor por la justicia, la presencia permanente.