UN AÑO
“Hoy cumplo un año de estar privada de mi libertad injustificadamente. La venganza de unos, la cobardía y el silencio cómplice de otros, y una procuración de justicia selectiva me tienen aquí.”
Información útil para la toma de decisiones
“Hoy cumplo un año de estar privada de mi libertad injustificadamente. La venganza de unos, la cobardía y el silencio cómplice de otros, y una procuración de justicia selectiva me tienen aquí.”
Benditas coincidencias de nuestra tierra pródiga; los vientos de la casualidad, la inesperada conjunción de los astros, el imprevisible y caprichoso azar, nos han traído al ansiado testigo: Este ímprobo e impresentable personaje que, a decir de sus captores mostrará a la concurrencia, sin ambigüedades ni artilugios, la inmoralidad y la podredumbre del viejo conservadurismo frente al inmaculado rostro de la gestión en turno.
Para frenar la velocidad con que lleva a México y a los mexicanos a la catástrofe y a la ruina, pero también para evitar la bancarrota que ya se percibe de su gobierno de la malhadada 4T, al Presidente López Obrador no le queda otra más que rectificar –y pronto- su forma y peculiar estilo de administrar al país.
No se trata de intrigar, y mucho menos de pretender lanzar acusaciones vanas, por el contrario, los hechos indican que pese a todo el esfuerzo de muchos años por contener la violencia causada por el tráfico de estupefacientes, hasta ahora los cárteles gozan de cabal salud y particular afecto de quién presuntamente debiera encabezar los esfuerzos para su erradicación.
Se calcula que en el sistema educativo de todos los niveles han abandonado sus estudios poco más de 2.8 millones de alumnos en este periodo de pandemia y de crisis económica. Hace apenas unos días una madre de un niño que es muy estudioso y ganoso en sus tareas y
El presidente se los va a desayunar, sea Peña, sea Calderón, sea el elefante que le pongan enfrente, AMLO trae cuchillo y tenedor en la mano y el mesero de apellido Lozoya le irá sirviendo lo que Andrés Manuel le pida, solo que de ahí a
El ser humano es considerado como un ente social y racional; con capacidad de discernimiento y determinación, cuyo actuar debe estar basado en valores socialmente aceptados y que tienen como fin la búsqueda del bien individual y colectivo.