Opinión

A 152 días de la Nueva Normalidad por COVID-19, el próximo sábado iniciará la celebración del Día de Muertos, una tradición mexicana con gran significado cultural. En ese contexto, se invita a las personas a honrar a sus difuntos desde casa y evitar en lo posible acudir a los panteones, por el riesgo que representan para contagiarse, al ser espacios públicos de congregación.

Para muchos resulta increíble que en el día dos de noviembre, el día de los muertos, comienzan, por ejemplo, en Oaxaca, a llegar los compadres y amigos a las casas a “ofrecer los muertos” que consisten en panes, deliciosos con el chocolate o café, los moles y guisos que pusieron en los altares o los dulces que acompañan las ofrendas al igual que las frutas y los mezcales,

WASHINGTON: Muchos analistas creen que un demócrata es mejor para México que cualquier republicano. Sin embargo, la historia nos demuestra lo contrario. Con los demócratas nos ha ido como en feria. Hasta con ellos perdimos más de la mitad de nuestro territorio, nos invadieron 2 veces y expulsaron a cientos de miles de mexicanos que trabajaban arriba del Río Bravo.

Señor presidente López Obrador, quiero felicitarlo muy sinceramente por sus logros. Soy un fiel seguidor de esos encuentros consuetudinarios de transparencia democrática, comunicación institucional abierta,  rendición de cuentas e intercambio plural y receptivo con la prensa, que en su país llaman de manera coloquial "las mañaneras". En estas latitudes señor presidente, la realidad es muy distinta:

Tiempos van, tiempos vienen; peores y mejores, vidas y muertes; alegrías y tristezas, arriba y abajo, todo es o deja de serlo en algún momento; se concluyen ciclos y comienzan otros; como el uróboro.
Lo que parece estático, aletargado, reciclado e incluso agotado; es lo que estamos viviendo en la actualidad;

El pasado es lo que inmortaliza un presente cargado de experiencias; y, así, también nos sentimos cercanos a los nuestros, a los que nos precedieron en el andar y nos dieron savia con su existencia. Por ello, desde siempre, las gentes de todas las culturas se han preocupado de sus raíces y han tratado de resucitar emociones, que nos vinculan y nos hacen rememorar situaciones vividas

En una ciudad de leyes y que comparte todos tenemos espacio, respetamos límites y protegemos a los demás. Pero en la CDMX no ocurre así. Los reglamentos se aplican a discreción y la policía recibe órdenes de abanderar a porros secuestradores de camiones, cierran vialidades por un grupúsculo de inconformes, encapsulan, sólo eso a anarcos y sin más razones obstruyen