La tercera es la vencida
Y que lo agarran como el tigre de Santa Julia. Y no es que haya sido como dicen que afamado bandido fue sorprendido, porque aún cuando intento irse por las cloacas no pudo ponerse a buen resguardo. Lo sorprendieron por andar visitando a los cuates, porque también se bota cada amiguito que la debe y no la había pagado, que en el pecado llevó la penitencia.