Demasiada ingenuidad política es creerle al PRI de Emilio Gamboa en el Senado, que los tiempos electorales son inconvenientes para sacar, en un periodo extraordinario, las leyes secundarias del Sistema Nacional Anticorrupción, pues el Coco de los priistas es la propuesta del PAN y PRD de reformar la Ley Orgánica de la Procuraduría General de la República para crear un Fiscal Anticorrupción autónomo e independiente, con amplias facultades como las de Investigación y enjuiciamiento de los tres niveles de gobierno, incluso el Presidente de la República.