Nuestra miserable degradación
El Papa Francisco decidió darse una vuelta por este atribulado país que cuenta con una de las feligresías más fieles para el catolicismo, y con uno de los santuarios más visitados del mundo: La Villa de Guadalupe. Tan importante suceso mereció la atención y el gasto de las estructuras gubernativas del país, y la Ciudad de México desembolsó cerca de ochenta millones de pesos. Pero los que pagamos somos nosotros mientras el señor Miguel Ángel Mancera "hace caravana con sombrero ajeno" y sigue viento en popa con su campaña hacia la Presidencia de la Republica.