Manos amigas
En ocasiones, con la edad, cómo que nos llegan más dentro los actos solidarios de los amigos y los seres queridos y nos hacen llorar, es bueno el saber que uno puede tener cercana una mano amiga que se extiende con solidaridad y desinterés, solo por ayudar. Y uno siente cómo le punza el corazón y como se aprieta el pecho y sale el llanto que libera el dolor y la angustia y podemos dar gracias por ello al gran creador y sabemos que al voltear al cielo entendemos la pequeñez y la grandeza del vivir y del ser.