Empezamos mal el 2016. Esto no es un anuncio catastrófico ni con el fin de alarmar a nadie. Me refiero a la materia económica. La constante caída de los precios del petróleo, el aumento del precio del dólar, los impactos aún por ver de la caída en el crecimiento de la economía China, la especulación de los países productores de petróleo, el impacto en los mercados bursátiles del mundo, entre otros, nos dejan ver lo que el responsable del Banco de México, Agustín Carstens, calificó en el diario británico Financial Times como un golpe que puede ser potencialmente grave y un ajuste violento.