Una de las profesiones más despreciables sin lugar a dudas es el ejercicio político, pero también hay que señalar que es un actividad necesaria para la articulación de las sociedades y la forma de conducirlas. Para decirlo coloquialmente, la política es un mal necesario de todos los pueblos, y su eficacia y eficiencia se mide de acuerdo al resultado de los procesos de generación de riqueza o de erradicación de la pobreza, por lo que su principal reto es la disminución de las desigualdades, aunque en ciertas latitudes se ha significado como el gran desacierto de quienes se dedican a lo que debiera ser una de las profesiones más nobles.