Antes de que pisemos nuestras ruinas
Aunque ajeno a cuestiones de Derecho y con plena consciencia de la abrumadora cascada de descalificaciones que puede acarrearle a un lego cualquier señalamiento en torno a nuestra Carta Magna, resulta incomprensible (al menos para mí) que en las facultades y obligaciones del Presidente, consagradas pormenorizadamente en el Artículo 89,