Me cae que cuando observo y analizo lo que está ocurriendo en el país, me entran unas ganas tremendas de meter orden y colocar a cada quien en su lugar. Y no es que pretenda yo asumirme como el gran ordenador de todo los desórdenes que tenemos en el país, sino hacer valer mis derechos como mexicano y reclamar lo que señalan los ordenamientos legales en el sentido de que a cada cual lo que merece en función de sus capacidades, y de sus aptitudes. Y no es que me crea yo la ultima Coca-Cola del desierto, pero siempre he sido un tipo con una alta capacidad intelectual, esa que no se vende en maceta ni se adquiere por kilos en una ferretería.