El costo de la soberbia
Un gran defecto de las personas públicas es la egolatría. Todos aquellos que cuentan con notoriedad, ya sea por su desempeño profesional, por su condición social o por su acceso a los medios masivos de comunicación, suelen padecer de este mal que mucho está ligado con los fracasos en los ámbitos en los que se desempeñan.