Sin punto y coma 2015-03-03
Sin lugar a dudas Marcelo Ebrard Casaubón es un personaje singular de la política mexicana. Y no es que el señor Ebrard sea uno de mis políticos preferidos, por el contrario, es uno de los que más he criticado y quizá condenado por esa habilidad que tiene para hacer negocios con la Ciudad de México desde hace poco más de treinta años. Sus comienzos fueron con Manuel Camacho Solís, con quien lo une una entrañable amistad. El lo formo y lo llevo de la mano para hacerlo crecer durante el salínato, al grado de que lo convirtió en el Secretario de Gobierno del entonces Departamento del Distrito Federal, previo paso por la Secretaria General del tricolor y la Dirección General de Gobierno.