Opinión

Ni siquiera sabemos todavía de qué tamaño será el golpe económico y sanitario en México, pero el presidente Andrés Manuel López Obrador insiste con un empecinamiento, digno de un mejor rumbo y destino, en que la recuperación será rápida y para ilustrarlo utiliza el símbolo de la V, que no se sabe si es la V de la victoria o la V del virus.

Sin lugar a dudas el liderazgo de Andrés Manuel López Obrador sigue siendo un enorme peso para la dirigencia del Movimiento de Regeneración Nacional, pero sobre todo para los integrantes del gabinete central y ampliado quienes normalmente no toman decisiones hasta que el Presidente de la República les autoriza.

Cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador se encuentre en cosa de días cara a cara con su colega estadunidense, el magnate republicano Donald Trump, llevará la representación de un México herido, lastimado, vulnerable, violento y pobre, mucho más pobre del que conocieron y representaron sus antecesores.

Parece que Marcelo sería el Luis Videgaray de este sexenio con eso de la visita de AMLO a Washington, recordemos el escándalo que se generó cuando el entonces hombre fuerte de Peña Nieto invito a Trump a los Pinos y el recibimiento que el entonces presidente le realizó fue de "jefe de estado"  a quien ocupaba el segundo lugar en las encuestas por la casa blanca, aquí la historia es distinta, López Obrador irá a saludar y agradecer, dice él, a un muy disminuido mandatario “gringo” que necesita urgentemente quien le "eche un lazo", Trump está en pleno desplome,16 puntos por debajo de Joe Biden, muy cerca de noviembre y con el rostro marcado por una inminente derrota,