Sin Punto y Coma (Vladimir Galeana Solórzano)
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Por mucho que se diga lo contrario, Andrés Manuel López Obrador está muy cargado de maldad. Solamente un tirano puede atentar contra el bienestar colectivo de una nación como la nuestra simplemente por sus profundas ansias de poder y permanencia en el ejercicio del mismo. Sin lugar a dudas la nación se desgarra todos los días ante las disposiciones de una pléyade de idiotas que siguen al pie de la letra, por ignorancia o maldad, las indicaciones de sus líderes encabezados por el Presidente de la República.

Germán Martínez, Senador de la Republica, militante panista durante muchos años y ahora Morenista, le endilgó un nuevo neologismo a la riqueza de nuestro idioma: “" Hugo López Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud está llevando a cabo una “NECROPOLITICA ”Porque no tiene el control de la mortalidad que provoca la pandemia del Coronavirus. Así de simple y lapidario el comentario que lo colocará en el lugar que merece en la historia de este país por su irresponsabilidad de pretender justificar la también irresponsabilidad de Andrés Manuel López Obrador.

La cantaleta diaria de Andrés Manuel López Obrador ha comenzado a desmoronarse. Las conferencias mañaneras solamente han servido para epitetar a los presuntos adversarios a los que ha acusado de todo sin probar nada. Mantener como un preciado trofeo al exdirector de Pemex, la paraestatal más importante del país, solamente evidencia su lucha contra ese pasado que presuntamente evitó que alcanzara el poder en varias ocasiones, lo que confirma esa particularidad de su personalidad de que se siente un predestinado y hará todo lo posible por distinguirse de los demás. 

Cuando los gobernantes sienten que tienen el control total de el cargo que detentan, se convierten en cínicos porque piensan que los mexicanos estamos condenados a sus altaneras disposiciones nos guste o no, y eso es lo que ha venido ocurriendo con los principales gobernantes de la mal llamada Cuarta Transformación, aunque habrá que decir que los mexicanos nunca aceptaremos como “brillante etapa histórica” el desastre