La Ciudad de México nos da sorpresas a cada rato, y es natural de acuerdo a las dimensiones que presenta. Aunque también hay que señalar que cada barrio, colonia, pueblo, villa o paraje, tiene su propia identidad y por consecuencia su propio encanto. Para decirlo de otra forma mas mejor, el Distrito Federal es esa parte de este país que representa un modo de vida peculiar en cada uno de sus barrios, y un brutal encanto por lo disímbolas de sus colonias. De su gente podemos señalar que la heterogeneidad es uno de sus más valiosos bagajes porque aquí confluyen hombres y mujeres de todo tipo y origen que se conjuntan para construir un destino común y con mejores expectativas de vida.