El informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GEIE), convocado éste por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CIDH), sobre la desaparición de los 43 jóvenes de Ayotzinapa, echa por tierra “la verdad histórica” del ex procurador, Jesús Murillo Karam, lo cual es grave de suyo, pero peor todavía constituye un nuevo golpe a la imagen en el ámbito de los derechos humanos del gobierno del presidente Enrique, que esta vez reaccionó –también hay que decirlo- con rapidez al ordenar la incorporación del duro informe a las pesquisas gubernamentales del caso.