Entre mentiras y lenidad
Pareciera que la tónica de negar nuestra lamentable realidad ha recomenzado. Creo que nos estamos convirtiendo en un pueblo muy afectó a las mentiras y que para desgracia de amplios sectores de la población tiende a minimizar la gravedad de lo que estamos viviendo. Y no es que pretenda convertirme en un catastrofista, simplemente soy un analista de los hechos que en esta vez, por contradictorios, muestran la ineficiencia gubernamental en materia de comunicación. Lo que vimos y vivimos en Jalisco es una muestra del poderío delincuencial y del error que han cometido nuestros sistemas de inteligencia que siguen sin conocer a fondo el tamaño del enemigo y de su poderío armamentístico.