Los destrozos que organizó Ángel Aguirre Rivero en Guerrero fueron muchos y variados. Para decirlo de otra forma, fue tal su incompetencia y sus ligas con el crimen organizado, que a la fecha no existen condiciones para restablecer los procesos económicos que le otorguen viabilidad a cada una de las siete regiones que lo conforman. La corrupción fue gravísima, porque para autorizar cualquier compra u obra pública, se entregaban las ministraciones con el descuento del veinte por ciento, que era la comisión que se fijó desde el inicio, y que era negociada y administrada por Mateo Aguirre Rivero, quien nunca fue funcionario del gobierno, pero encabezaba esa red de corrupción que lo tiene en la cárcel.