La política norteamericana es simple y a la vez complicada. Y no es que sea distinta a la política mexicana, simplemente es que allá cualquiera puede aspirar si tiene los medios competir. Eso es lo que no ocurre en nuestro país, porque aunque ya tengamos la figura de los candidatos independientes, andar haciendo campaña sin dinero es lo mismo que pedir prestado a un limosnero.

Paciera que la bandera sexenal es Iguala. Y no me refiero al Lábaro Patrio que para el Ejército Trigarante diseñará José Magdaleno Ocampo, sino a la sobre explotación mediática que se ha dado a la desaparición física de 43 estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos, ubicada en el paraje de Ayotzinapa en Tixtla,

En la vida no pude uno transitar sin tener amigos. Un un amigo implica muchas cosas, principalmente en el campo de la estima y la confianza, porque en la mayor parte de las veces cuando de realizar eventos importantes siempre los consultamos o definitivamente los hacemos con los amigos, que al fin y al cabo son una especie que mucha falta hace a la hora de tomar decisiones. Tener conocidos es fácil, pero tener amigos implica mucho más porque al fin y al cabo son ellos los depositarios de nuestras vicisitudes, desánimos, alegrías, triunfos, fracasos, y muchas otras cosas más que son importantes en nuestra cotidianidad. En la vida encuentra uno buenos y malos amigos, aunque estos últimos en la mayor parte de las veces son quienes traicionando nuestra confianza hurtan una parte de lo nuestro y eso genera un vacío enorme.

Si algo ha caracterizado a los políticos de estos tiempos es que después de el alumbramiento de la era democrática, es decir cuando el PRI dejó de ser el partido hegemónico y conocimos la alternancia, o se olvidaron de la generación de consensos y se encerraron en el radicalismo, o dejaron de entender que la política es el arte de las relaciones humanas y por consecutiva debieran estar obligados a la búsqueda de fórmulas en las que pudiéramos incluirnos todos los mexicanos.

Sin lugar a dudas la visita del Papa Francisco cambio muchas cosas en este país, y entre ellas la conciencia de aquellos que siguen buscando la forma de culpar al Estado Mexicano de sus males pasados, presentes y futuros.

México tiene un problema d difícil solución. Y no es otra cosa que la mala elección de nuestros gobernantes a causa de su empecinamiento por disponer de las rentas públicas en su beneficio personal.