Cinco meses
Hace cinco meses que este país perdió la calma y entro en una dinámica de confrontación y protestas. Y no es que los mexicanos seamos proclives a levantarnos para realizar marchas, plantones, mítines y cuanta ocurrencia tienen esos que han hecho de la inconformidad una industria, simplemente es que hay quienes han desarrollado esa habilidad y viven cachazudamente de ella. Y la culpa la tienen las autoridades de los tres órdenes de gobierno que a causa de las complicidades partidistas o del temor a verse rebasados por los grupos antagónicos, ceden a la primera y con ello sentencian a las instituciones a padecer por tiempo indefinido ese camino que bien aprendieron a recorrer.