Santiago Nieto Castillo el tramposo
En este país existe una cultura muy arraigada que habla de la proclividad de los servidores públicos para violentar las disposiciones legales que regulan el marco de sus responsabilidades. Para decirlo de una forma más asertiva, los funcionarios públicos saben distinguir muy bien que pueden y qué no pueden, pero antes que pensar en el cumplimiento estricto del marco legal visualizan la forma de evitar su cumplimiento. Es una cultura generalizada que muestra la infinita capacidad de los funcionarios públicos para identificar nichos de oportunidad para el desarrollo de los actos de corrupción.