EL PRD Y SU DUEÑO
Los escándalos persiguen a la clase política de los partidos de la oposición. Los tiempos que están viviendo serían de agobio para cualquiera, pero para los cínicos ejemplares de la fauna nociva de la política mexicana recibir acusaciones es una forma de estar vigentes. Para decirlo de otra forma, en cualquier otro país los actos de corrupción en que han incurrido muchos de los principales elementos del perredismo hubieran merecido al menos una decena de años sin derecho a libertad anticipada, y el saqueo que organizaron los familiares de Vicente Fox Quesada al menos unas dos cadenas perpetuas. Pero estamos en México, donde pasan las cosas más inverosímiles y donde la carencia de educación y desarrollo político provoca que los corruptos sigan estando vigentes en las esferas gubernamentales para cometer sus pillerías.